Tras la larga campaña de recogida de aceituna que hemos tenido este año (desde el 19 de octubre hasta el 2 de marzo) y recepcionar 18 millones de kg de aceituna, nuestras bodegas se encuentran con nuestros AOVE Maduro y AOVE Temprano almacenados y listos para su comercialización.
Auque ya no estamos moliendo aceituna para obtener el mejor AOVE gourmet posible, nuestra almazara sigue con un buen ritmo de trabajo. Los molinos y las cintas transportadoras están paradas, pero es un momento fundamental y clave para la próxima cosecha. En estas fechas toca realizar la limpieza a fondo de toda la almazara.
Ahora corresponde limpiar toda la maquinaria de la industria que ha estado en contacto con la aceituna y el aceite. Como habréis escuchado en múltiples ocasiones, la limpieza de final de campaña es fundamental para:
- Mantener en buen estado las instalaciones de la almazara. Si una almazara no se limpia bien y se cuida, se deteriorará antes y tendrá un aspecto sucio y un mal olor, sobre todo en zonas de canalizaciones como la fábrica. Si no se realiza adecuadamente, en la próxima campaña se producirá mayor volumen de aceites lampantes.
- Mantenimiento de calidad del AOVE en la siguiente campaña. Será necesario realizar otra limpieza justo antes de la siguiente campaña. Si en estas fiechas la almazara no se limpia bien, habrá restos de aceituna y aceite acumulados en maquinaria, tuberías, sinfines, bidones, etc que en octubre, antes de la siguiente campaña serán muy difíciles de quitar. Si una almazara no está “limpia” en su totalidad, es decir en todos y cada uno de los sitios por donde pasa la aceituna y posteriormente el aceite, ese aceite que se obtenga va a tener defectos organolépticos, arrastres, suciedad.
Para asegurarnos que nuestra almazara está totalmente limpia, debemos suministrar agua de lavado desde los molinos situados en el patio de almazara hasta los depósitos que están en bodega. El agua pasará por las distintas zonas: sinfines de patio, tuberías de fábrica, batidora, decanter, centrífuga, y todo el resto de tuberías hasta llegar al el depósito de la bodega.
Cuando éste agua sale limpia (sin olores y sabores), entonces sabemos que el circuito ha sido saneado. Es una tarea muy difícil, dados los múltiples codos y tramos de tubería con los que a veces nos topamos, y hay que repetir varias veces el proceso, pero pero vigilando los puntos clave a tener en cuenta, el proceso termina de forma impecable.
Asegurar la limpieza de toda la almazara, tanto al final de la campaña como antes de comenzar una nueva, es nuestra filosofía y nuestra obligación. Para mantener un estándar de calidad que la cooperativa San Vicente tiene en sus aceites es un punto clave y fundamental.
Un buen producto gourmet ya lo tenemos, por eso en la almazara mantenemos este aspecto clave: LIMPIEZA, LIMPIEZA Y MÁS LIMPIEZA.